Poder admirar esta "fervenza" es hoy por hoy, un verdadero privilegio para cualquiera que se acerque hasta aquí. En pleno siglo XXI aun encontramos aquí un sitio de extraordinaria belleza, donde la verde vegetación, la roca y el agua se funden para conseguir esta obra maestra de la naturaleza. El Río Toxa tiene el honor de caer cerca de 30 m en caida vertical y de esculpir la roca del mil formas, todo rodeado de un denso bosque de carballos, castaños, alcornoques y decenas de especies más. Si te gusta el senderismo, justo aquí comienza una ruta de unas dos horas y cuarto (sin paradas) hasta el Mosteiro (monasterio) de Carboeiro, todo por el lado del Deza y con una subida hasta Merza.
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