martes, 16 de agosto de 2011

Huashan, el sendero màs peligroso del mundo




Hua-Shan es el nombre de una de las cinco montañas sagradas de China. Se encuentra en la provincia de Shaanxi y la ùnica manera para ascender a los templos taoístas de su cumbre, es utilizar uno de los senderos más escarpados y peligrosos del planeta. No en vano, se presupone que más de un centenar de accidentes, la mayoría mortales, acontecen todos los años en este peligroso trayecto, aunque las autoridades chinas guardan silencio en este aspecto. La parte más peligrosa del recorrido es la conocida como “Changong Zhandao”, de casi 4 metros de largo y unos 30 centímetros de ancho, a lo largo de un camino vertical acantilado, donde sólo un paso en falso significa caer al abismo. Otro tramo vertiginoso es el conocido como “Dragón negro”, esculpido en una larga y empinada arista de la roca de tan apenas unos centímetros de anchura. Continuando la ruta encontramos paredes prácticamente verticales, donde hay que trepar agarrándose a oxidadas cadenas y vetustos escalones. La “Garganta de los cien escalones” es el más espectacular, ascendiendo por una pendiente de 90º. Pequeñas pasarelas incrustadas en la roca, apenas unos tablones temblorosos, son el único paso para acceder a otros puntos más elevados del trayecto. Algunas partes de esta peligrosa ascensión solo deberían de ser accesibles para gente versada en las artes de la escalada o el montañismo, pero no es así, y muchísima gente sin preparación se atreve con esta hazaña, pues llegar a la cumbre es todo un reto, tanto espiritual como físico y la recompensa es grande. Desde Hua-Shan, nombre que también tiene el pueblecito que hay en las faldas del monte, se tarda unas diez horas en ascender a pie hasta el templo más alto. Para los más vagos o menos temerarios, existe la posibilidad de subir en teleférico hasta el pico este. El ascenso también es impresionante y no apto para los que padecen de vértigo, aunque para los chinos taoístas que peregrinan todas las primaveras es algo demasiado caro, y queda prácticamente para el uso de los turistas extranjeros, otro sitio que bajo mi punto de vista no estarìa demàs visitar en algùn momento de nuestras vidas.

Video de la escalada:
http://youtu.be/G6YRJbu9p9I?hd=1
Uno directo:

domingo, 14 de agosto de 2011

Barcos y... ¿Arena?





Pues si, ¿es posible que la estupidez humana pueda hacer desaparecer un lago milenario de la faz del planeta en tan solo unas décadas? Mar de Aral, situado al sur de Kazajstán. El Mar de Aral, con unos 1.060 km3 de agua, es el  cuarto lago salino más grande del planeta. De él viven directa  o indirectamente millones de personas. Alrededor de 50.000 toneladas de pescado, de sus 30 especies comerciales, son extraídas todos los años del lago. En sus riberas, decenas de ciudades de tradición pesquera despiertan todos los días con el bullicioso y frenético vaivén de todo tipo de personas; comerciantes, pescadores, armadores de barcos, ganaderos o agricultores. Todos tienen allí alguna tarea por delante que, desde tiempos inmemoriales el Mar de Aral les has proporcionado. El nivel freático poco profundo de las aguas subterráneas, permite la construcción de pozos para el regadío en una vastísima extensión alrededor del lago, que dotan a toda la zona de su peculiar vergel, de el cuál se suministran todas las ciudades en cuanto a frutas y vegetales y que también da trabajo a miles de personas. Un ciclo natural que lleva siglos manteniéndose en el que naturaleza y civilización se han mantenido en equilibrio. Mar de Aral, en nuestra época actual. La pesca se ha reducido de las 50.000 toneladas de los años 50 a ¡CERO!. El volumen del lago se ha reducido en un 80% contando ahora con apenas 200 km3 y su salinidad, de 1 gramo por litro en los 50 llega ahora en algunos puntos a 100 gramos por litro, su nivel, ha disminuido aproximadamente 25 metros. De todas las especies que habitaban el lago, tan solo quedan un par en algunos puntos concretos… y que tienen las horas contadas. Pescadores, agricultores, artesanos, armadores… ahora todos son simplemente recolectores de algodón trabajando de sol a sol que, en los días de fiesta, sueñan con comer un buen pescado importado de algún lugar lejano, aquì se demuestra como en muchìsimas cosas la humanidad ¿prospera? yo creo que no... 

martes, 9 de agosto de 2011

Amarc, El cementerio de aviones màs grande del mundo.





Como ocurre con todos los vehículos, al finalizar su ciclo operativo acaban en algún lugar olvidado para su desguace o simplemente para que el paso del tiempo y la corrosión los hagan desaparecer lentamente. Pero existe una excepción, los cementerios de aviones. Pues en estos lugares de almacenaje de viejos pájaros de hierro todo son beneficios, se encuentra en el desierto de Mohave de Tucson, Arizona. El enclave no está elegido al azar, pues el clima seco y el terreno alcalino son idóneos para la conservación de los aviones que, en muchos casos, tras pasar allí largas temporadas son puestos a punto de nuevo y vendidos a terceros, mayormente a las fuerzas aéreas de otros países menos desarrollados. En el AMARC hay más de 4200 aviones jubilados, la mayoría de ellos procedentes de las fuerzas aéreas americanas, aunque también van a parar allí los aviones de empresas privadas e incluso de la NASA. Muchos de los aviones que allí llegan están en perfectas condiciones para volar pero los motivos para que queden allí son muy variados, en muchos casos, la aparición de nuevas tecnologías hacen que se queden obsoletos, sobre todo en los aviones y cazas de guerra y, en otros casos, simplemente los costes de su mantenimiento son demasiado elevados y son reemplazados por aparatos más económicos. Los cazas son desmilitarizados, desmontando todos los aparatos tecnológicos y en muchos casos secretos, para evitar posibles robos. Mientras los aviones están en este lugar, se desmontan ciertas partes de ellos que hace que sea imposible que vuelen, pero todo está perfectamente catalogado y almacenado y se puede volver a montar en caso de venta, asì que ya sabeis si sois aficionados o simplemente quereis algo baratito esta puede ser una opciòn ejjeje

lunes, 1 de agosto de 2011

Oasis Tamerza (Tùnez)





Una cascada en el medio del desierto, es posible gracias a la antigua ciudad romana, la vieja Ad Turres que se convirtió, con su desaparición, en el actual oasis de Tamerza, protegido tras una cadena de montañas en cuyo profundo valle todavía se puede contemplar un pequeño poblado de destartalados alojamientos mientras la vista se extiende por los infinitos espacios de la llanura tapizada del oro de las dunas arenosas que constituyen la antesala del inmenso desierto. Tamerza cuenta con una pequeña población que cuida el pequeño poblado situado al lado del arroyo, salpicado de jardines y grupos de palmeras y con unas vistas excepcionales sobre su desolado entorno en donde se incrustan trabajosamente pequeños espacios cultivados con esfuerzos infinitos. Muchos paleontólogos acuden a Tamerza en busca de restos que avalen las más diferentes teorías sobre la evolución del género humano y numerosos son los sedimentos de antiguos asentamientos neolíticos que constituyen el mejor de los libros de texto para el estudio de la humanidad y su entorno en tiempos remotos. En este oasis tambien podemos disfrutar de nùmerosos "chiringuitos" o locales para turistas y subenirs como rosas del desierto, platones de palmeras desde 1 dinar.